Restauración de la Puerta de la capilla del Pazo de Castrelos Museo Quiñones de León, Vigo (Pontevedra).

 

Estado inicial de conservación de la puerta de la capilla VS resultado final una vez restaurada

Descripción de su estado incial y del proceso de restauración

La puerta de la capilla es formada por casetones ensamblados a caja y espiga, fabricada en madera de pino tea  con 54 piezas de adorno en hierro forjado y acabada con barniz tipo lasur para exteriores.

En su estado inicial, la puerta presentaba daños principalmente en su cara exterior debido a agentes de deterioro de tipo atmosférico, biológico y antrópico. En general presentaba un aspecto desgastado de la madera con la pérdida de el barniz de protección y la consiguiente decoloración sobre todo en las partes más bajas y coincidiendo con aportes de humedad por salpicaduras de la lluvia, aportes que provocaron la aparición de ataques puntuales de hongos xilófagos de pudrición y de termitas, que se traducen en la pérdida de cohesión entre las fibras de la madera e incluso en la aparición de fendas y  lagunas volumétricas del soporte.

En cuanto a las piezas de adorno de forja metálica presentaban daños en superficie debidos a la corrosión provocada también por su exposición directa a los agentes de deterioro atmosféricos así como deformaciones, pérdida de sujeción al soporte e incluso la desaparición de una de ellas debido a acciones de tipo antrópico.

Para su restauración se llevó a cabo el decapado, raspillado y lijado superficial de la cara exterior de ambas puertas, mediante herramientas manuales y eléctricas, con el fin de eliminar los restos del barniz antiguo y devolverle a la madera su color natural en las zonas desgastadas por los agentes atmosféricos. Una vez terminado el proceso de lijado la superficie se trató contra el ataque de hongos e insectos xilófagos de forma que no se oscureciese el tono de la madera. Las piezas que conforman la parte baja de la puerta de la capilla que no pudieron ser restauradas debido a los daños producidos por hongos xilófagos y termitas fueron sustituidas por piezas de madera de la misma clase que la original, las fendas producidas por los mismos agentes de deterioro fueron taponadas y, finalmente, para el barnizado final de la madera en la cara exterior de las puertas se utilizó un barniz de exteriores al agua acabado satinado e incoloro tras la aplicación previa de una capa de  imprimación, tratamiento que también se aplicó a una mano en el interior y como barniz de refresco sobre el original que se conservaba en perfectas condiciones.

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